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El púlpito o ambón es una alcoba de mobiliario muy importante Internamente de cualquier Iglesia o Parroquia. En los púlpitos se predica y se da a conocer a los fieles la Palabra de Dios contenida en las Lecturas. 

Los relatos de la Pasión se realizaron con gran riqueza, error la escena de la última cena: tal oportunidad la ausencia se deba relacionar con el cercano altar longevo, donde diariamente se conmemora durante la misa ese episodio.

Los grupos narran los episodios de la vida de Cristo luego de su asesinato, sin cumplir con la estricta secuencia narrativa de los Evangelios y con la adición del Tortura de Santo Lorenzo, en honor del titular de la iglesia.[4]​

Aunque el diseño y el uso del púlpito han evolucionado con el tiempo, sigue siendo un símbolo de la autoridad de la Palabra de Todopoderoso en la iglesia. ¡Que la Palabra de Altísimo siga siendo proclamada desde el púlpito por muchas generaciones más! ¿Es necesario que el predicador predique desde un púlpito en la iglesia?

Martirio de San Lorenzo. El Crucifixión de San Lorenzo se encuentra en un confuso cuadro de perspectiva, con una casa abierta donde se pueden ver las paredes laterales y el fondo, el techo y sobre él un último fondo de columnas y pilares, gracias a poner el punto de apariencia bajo, se consigue una dramatización mejor, de cara al espectador del relieve.

Si alguna vez te obligaron a manducar o has obligado a comer a las personas bajo tu cuidado, sabes que ese sentimiento y emociones percibidas tanto positivas como negativas tienen un impacto que pueden influenciar en la dimensión y más aún en el peso, los hábitos y conductas alimentarias.

En la ilustración singular de los ángeles niños sedentes que decoran los dorados tornavoces de los púlpitos y rodean las esculturas de las virtudes teologales de la caridad y de la esperanza.

Los detalles de la obra están ejecutados con finos sentimientos y proporción artísticos; las estatuillas decorativas y otros accesorios son dignos y elegantes. El magnífico púlpito realizado por el Maestro Peregrino para la Catedral de San Esteban en Viena (siglo XVI) está compostura con bustos de los Padres de la Iglesia y figuras de otros santos. La rica Ornamentación del púlpito de la colegiata en Aschaffenburg representa a los Padres de la Iglesia más o menos del pilar de apoyo, bustos de los mismos en el friso superior, escenas de la Biblia separadas por figuras animadas de los evangelistas y ángeles en el lugar de consolas. En la catedral de Tréveris la Source subida al púlpito está cubierta por un arco magníficamente adornado con una entrada decoración en la parte superior. En las zancas de los peldaños están tallados el Sermón de la Montaña y el Pleito Final, y en los paneles del parapeto se representan las obras de misericordia. El púlpito de Freiberg, en Sajonia, está fantásticamente desarrollado a partir de la raíz de una planta y en de una modo naturalista en él se forman las figuras de hombres y animales.

Desde el ara, y mirando cerca de la nave central de la iglesia, la derecha es el lado del evangelio y la izquierda el flanco de la epístola. El evangelio hace narración a la vida, doctrina y obras de Jesucristo, contenidas en los cuatro libros, escritos por los cuatro evangelistas.

En actas capitulares de 1711 y 1712 se refleja el interés e insistencia del cabildo en disponer de unos púlpitos de piedra y no de otra materia ni metal

En la Iglesia católica, tanto el ambón como el púlpito dejaron de usarse en Caudillo en el siglo XIX, sobre todo en las iglesias de nueva construcción. En momento de ellos, se empleaba a menudo un atril portátil que se traía para los sermones y luego se quitaba durante el resto de la culto.

En el interior del tornavoz la pintura del Espíritu Santo y en su foráneo, rematando el conjunto, la talla dorada de la caridad rodeada de adornos de hojarascas y volutas y de angelillos sedentes.

Individualidad de los retablos que se puede destacar como obra maestra del arte del Nuevo Reino de Granada es el retablo decano de la Iglesia de San Francisco en Bogotá. A pesar de la modificación que sufrió a mediados del siglo XVIII, que cambió las tres calles centrales por una estructura rococó, la obra del arquitecto y entallador Ignacio García de Ascucha en lo relacionado con la traza arquitectónica, según entendimiento realizado en 1623, y la del profesor Civil de la comunidad franciscana hasta hogaño anónimo, a quien se le atribuyen los recuadros en talla de alto relieve, en conjunto se muestra un enrevesado dispositivo iconográfico y un virtuosismo de formas y acabados.